Durante todo el tiempo que vivamos, siempre habrá alguien para insultarnos. No importa lo buena persona que seas, lo buen estudiante o trabajador que seas. No importa si eres un alma caricativa o un buen vecino.
Siempre habrá alguien que tendrá un insulto para tí.
Y quizás ni conozcas esa persona ni nunca la llegues a conocer.
Pero, en muchos casos, cuando un individuo insulta a otro, suele ser por ignorancia, miedo o envidia.
Aunque lo más doloroso es que el agresor nunca reconocerá que su mofa es un escudo de sus debilidades y sus miedos.